domingo, 21 de agosto de 2011

Excomulgados

En cierta ocasión Sigmund Freud advertía a un joven  estudiante acerca de los excesos en la interpretación psicoanalítica, recordándole que un puro es un pene… pero también es un puro.

Ciertamente, no hay que ver un símbolo en todo (¿o sí?): sólo los místicos, los poetas… o los paranoicos viven esas correspondencias de las que hablaba Baudelaire y escuchan esos ecos donde “les parfums, les couleurs et les sons se répondent”. Pero hay veces que los hechos parece que hablasen y que estuviesen pidiendo a gritos determinada interpretación. 


Particularmente –esa es mi paranoia personal- tiendo a encontrar mensajes cifrados en la lluvia. Recuerdo que cuando estuve en Uxmal, en el Yucatán, asistí al atardecer a un espectáculo de luz y sonido en el que se contaban las sagas mitológicas del panteón maya, con especial mención a Chaac, dios de la lluvia, que está presente en múltiples mascarones repartidos por los monumentos de la ciudad. De repente, se formó una tormenta considerable y comenzó a llover copiosamente, mientras los rayos caían tras la Pirámide del Adivino. Se comprenderá que no pudiera  evitar pensar en una teofanía, un tanto cabreada, del dios Chaac


En otra ocasión, en Benarés, nuestro paquete turístico incluía un paseo en barca por el Ganges al amanecer, para contemplar y fotografiar, sin mojarse, los baños y abluciones de los indios en los ghats. Lo cierto es que las aguas del Ganges no son muy recomendables para el pusilánime sistema inmunológico de los occidentales, así que nadie pensó siquiera meter las manos en el río. Pero he aquí que la lluvia se presentó de repente y nos empapó a todos de arriba a abajo, de modo que, ya que no un baño, al menos tuvimos una ducha ritual…


Pues bien, hoy escucho en la radio que los jóvenes infóllidos que siguen como ovejas al Pastor Alemán no han podido comulgar en la misa de clausura de la JMJ precisamente a causa de la lluvia, que ha inutilizado las 600.000 hostias que pensaban repartir. No es que mi paranoia me lleve a creer en la eficacia de los juramentos y maldiciones de mi anterior entrada, pero no puedo dejar de pensar en que ha sido un apoteósico sarcasmo el hecho de que ese Dios –o Diablo- al que tanto se ha mentado en estos días, parece, con perdón,  que se hubiese orinado en las hostias de los que pronuncian su nombre en vano, dejándoles así, de facto, excomulgados...

3 comentarios:

Fernando de Higuera dijo...

Para interpretar los fenómenos meteorológicos sólo necesitas poner la Uno y ver a Mónica López explicar cómo se desplaza la borrasca. Interpreta el Meteosat como Dios. No hace falta recurrir a la manera antigua de que si llueve es porque Chaac se enfada o porque los angelitos del Cielo están meando.
Yo tiendo a confiar en que los dioses, si existen, no serán tan malvados que nos deseen el mal eterno sólo por un quítame allá una misa, y si no existen o no les importan los asuntos humanos, solo será cuestión de tiempo quedar como ellos, eternos, indiferentes, inexistentes,...
Infóllidos: no lo encuentro en el diccionario.

Anónimo dijo...

Me pregunto como hubiero abordado Leni Riefenstalhl la realización de un gran documental sobre la JMJ 2011, celebrada en Madrid el pasado Agosto. En esta ocasión se hubiera titulado "El triunfo de la fe" y si lo consideramos en relación a su obra "El triunfo de la voluntad" rodada en Núrember en 1934 para gloria del nacionalsocialismo no se cual de los dos documentales estaría mas alejado del triunfo de la razón.
También en esta ocasión habría alternado en un sabio montaje la filmación de grandes multitudes con primeros planos personales sustituyendo al fantasmagórico soldado nazi con calavera bordada en la gorra de plato por un imberbe peregrino con camiseta de diseño, pero ambos con la misma mirada abismada y el mismo entusiasmo y fervor.
Tampoco hubieran faltado detalladas secuencias del enfrentamiento entre devotos y laicos en la Puerta del Sol, (no entiendo porque no envió Ratzinger una falange de sus legionarios de Cristo que hubieran acabado a sangre y fuego con estos protestantes de barba lampiña, bolsito y alpargatas).
No faltarían los planos cenitales de la inmensa multitud en su misa castrense.La pobre Cibeles pasa de ser alternativamente acosada por los hinchas del Real Madrid y por los hooligans de Benedicto. La imagino presa de una pétrea frustación al no poder dar rienda suelta a sus leones que seguramente dudarían entre devorar a la primera familia numerosa que estuviese a mano o saltar sobre la muchedumbre y liarse a dentelladas con la cabeza de Rouco Varela, sin duda algo reseca pero de mayor valor proteínico. Transpiración y Transubstanciación.
Obsceno exhibicionimo de masas para Benedicto, de quien uno sospecha que en el fondo detesta profundamente a la multitud y que solamente desea retirarse a su palacio de invierno para recrearse en su doméstica interpretación pianística del francmasón Mozart.
Felipe Peral

Petros de Panópolis dijo...

¡Magistral, Felipe! Tampoco sé qué hubiera hecho Leni Riefenstalhl, pero dudo de que superase en colorido, matices y mensajes subliminales -y, por supuesto, en guasa- al guión y montaje que propones.
Todo un placer la lectura de una prosa tan poco prosaica.
¿Para cuando tu blog? Regálanos con tu sabrosa narrativa.

Publicar un comentario