En la tercera entrada de este blog hablaba de mi propia estupidez, y de las formas que estoy tanteando para eludirla y desarmarla. Entonces se aliaron la ironía y la poesía: de una foto del verano en la que salía borroso, surgió un primer soneto que comenzaba así precisamente: Borroso, gris, nublado, anochecido…Luego vinieron las lúcidas palabras de dos amigas que transmutaron el plomo en oro y arrojaron un chorro de luz sobre mis sombras. Hoy ha sido una entrañable canción, una vieja amiga mía, que se ha cruzado casualmente (¿?) en mis navegaciones musicales por la red: Misty, de Errol Gardner, en una versión exquisita de Stan Getz y Chet Baker. Una canción borrosa, neblinosa, en esta mañana de niebla. Que la disfrutes…
1 comentario:
Deliciosa armonía, bonita emisión para un buen receptor!
Mañana parto para la capital de la Galia, desparramaré por los Campos Elíseos mi fascinación y si estáis atentos podréis escuchar mis carcajadas de júbilo.
Ya os contaré. Abrazos gordos para todos.
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