miércoles, 23 de febrero de 2011

¡Se sienten, coño!

Tal día como hoy, hace 30 años, pertrechado con pistola, tricornio y bigotín reglamentario, un salvapatrias vociferaba desde la tribuna de oradores del Congreso de los diputados una serie de ladridos de lo más contradictoria:¡Quieto todo el mundo! ¡Se sienten, coño! ¡Al suelo!. Ante tal desconcierto, la mayoría se echaron al suelo –atendiendo a los más que convincentes tiros que acompañaron a las voces-, y dos se quedaron sentados, Suárez y Carrillo. El único que desobedeció, y no se estuvo quieto, fue Gutiérrez Mellado, honrosa actitud que le valió un buen zarandeo y alguna que otra colleja por parte de los no en vano llamados golpistas.
Ayer el presidente Zapatero elegía la expresión Quieto todo el mundo como "uno de los alegatos más radicalmente antidemocráticos que quepa imaginar porque en democracia, por definición, nadie está o se queda quieto, nadie por la mera imposición de nadie". Bellas palabras del presidente, pero me atrevería a añadir que hoy la orden parece que fuera la contraria: Inquieto todo el mundo, pues desde luego que hay muchos motivos para inquietarse con el rumbo que lleva la situación actual que atravesamos. Cierto que, en teoría,  en democracia nadie se está quieto por imposición de nadie, pero, como escuché decir el otro día, malos tiempos vivimos cuando lo que no está prohibido...es obligatorio. Nunca se ha legislado tan compulsivamente, intentando torpemente suplir con las leyes las graves carencias en la desatendida educación de los ciudadanos. Nadie nos obliga a estarnos quietos; por el contrario, parece que algún agente nos estuviera constantemente diciendo “Circulen”, por un carril que cada vez parece más estrecho. Suele decirse que la vida es larga...pero bien podría ser más ancha.
El caso es que de aquellos barros vienen estos lodos. El intento de golpe fue fallido, ma non troppo...La ocasión la pintaban calva para iniciar el proceso de beatificación del rey borbón, al tiempo que se echaban unas cuantas toneladas de panegíricos acerca de su persona y cargo, y de relatos hagiográficos de heroes y villanos, para acabar de sepultar los restos, ya suficientemente acallados por la Santísima Transición, de la nostálgica reivindicación republicana. Hasta Carrillo se confesó, si no monárquico, juancarlista. Adiós a la república. Algunos, como Ridao, van más lejos y hablan de una serie de ajustes constitucionales y rebajas autonómicas a consecuencia del 23 F. Por mucha luz y taquígrafos que hoy se echen en la efeméridas del evento, hay muchas sombras y tramas oscuras que tal vez nunca verán la luz.
Pero a mí, que soy amigo de arrimarme a lo políticamente incorrecto, siempre me ha fascinado mucho más lo de ¡Se sienten, coño!, aunque solo sea por simpatía con el gesto impasible de Carrillo y Suárez. (Tanto es así que le ronda a uno la tentación de soltar semejante berrido en clase, cuando el alboroto se adueña de la situación…) La verdad es que difícilmente puede imaginarse expresión más ajustada a la idiosincrasia de un personaje arropado por semejante vestimenta e interpretando semejante sainete. El gran José Sazatornil, “Saza”, no lo hubiera hecho mejor. Esa apostilla contundente que apuntala la frase, ese puñetazo verbal, ese coño con saña es la eñe de la España cañí. Tricornio, bigotín, pistola y coño: los cuatro palos de una baraja española demasiado manoseada. Dicen que a un periodista suizo se le cruzaron los cables y dijo al ver la escena: “¿Qué hace un torero en las Cortes?”. Pues eso, españoladas.

2 comentarios:

klimtbalan dijo...

Qué bueno!! Da gusto leer lo que escribes y además compartirlo. Abrazos

Anónimo dijo...

A Gutierrez Mellado ya le habían zurrado antes, concretamente en el entierro de algún militar muerto por ETA, había sido increpado y zarandeado; los militares y guardias civiles se la tenían jurada. Pero lo cierto es que nos hicieron creer que las fuerzas del MAL, estaban por dar por culo, y nos avenimos a aceptar la transición tal y como nos la ofrecieron.
Todos teníamos algún familiar que clamaba por la vuelta al orden de siempre, los de arriba, arriba, y los de abajo,...,pues ya se sabe, abajo, pero eso de que el hijo de alguien que no tiene posibilidades, el Estado le promocione, por encima de otros, que si las tienen, por derecho, por linaje, o por que lo digo yo "coño"...¡¿Que es esto?!, ¡Esto es un contradios!. Y así los que creiamos en el discurrir, en el discursar, en el convencer, en la retórica;...; nos la envainamos, porque existía un enemigo muy concreto y muy Torero/Tejero que encarnaba la vuelta al orden dicotómico (a mí me gusta mas el término bipolar, pero se lo han apropiado los de psicología),..... pues eso que se dá en las clases de filosofía sociologica elemental, que ya que tenemos identificado al enemigo, adoptemos formas comunes de identidad frente a él. La transición hacia una socialdemocracia, que se desliza hacia un liberalismo fisiocrático.

En fín lo dejo, que me pongo y no sé cuando parar.

Ana la de la Carpetana

Publicar un comentario